9 ago 2008

FASE I - Capítulo 2 - Mi Corazón Late Por Tí / La Pintura De La Luna

El comienzo de un nuevo día, la esperanza de una nueva oportunidad de vivir había renacido junto a la luz matutina del sol. Mi cuerpo yacía en el suelo, por razones que no me podía explicar sentía las palpitaciones de mi corazón en todo el cuerpo, cual bomba que no descansaba. Era el fin de la ronda de entrenamientos en el Centro de Mondú Avanzado para Entidades Divinas. Mis maestros y compañeros me habían abandonado en aquel escenario, donde hacía unas horas me había vencido, un imponente contrincante. Y es que pensar que uno puede ser mejor que los demás es algo muy estúpido y de verdad arrogante. Pero mas humillante aun, es levantarse luego de una derrota, la cual has perdido sin ningún esfuerzo de tu parte, no me di por vencido, sino que no tuve siquiera la oportunidad de contra atacar, esa compañera había sido tan ruda y certera conmigo que no tuve mas que dejarme caer en el suelo. No di lo mejor de mi.
¡Inutil! ¡Pesimo! ¡Lamentable! Era todo lo que recorría mi mente, era todo lo que maltrataba mis pensamientos, el sentirme totalmente vulnerable e indefenso ante aquella situación era totalmente inevitable y simplemente intolerable.
— Me duele todo el… cuer-po… — me lamentaba.
— ¿Necesitas ayuda? — me dijo una voz melódica, de quien se trataba no tenía la minima idea. Sus cabellos llegaban a rozar mi cabeza, el viento matutino los movía y me acariciaba. Su voz penetró en mi cerebro y resonaba como un eco infinito. — …te pregunté si necesitabas ayuda…
— …eh… se me hace casi imposible respirar… no se si pueda moverme por mi propia cuenta… — le respondí sutilmente.
— Un ataque de ese nivel te pudo haber dejado en ese estado, es increíble, sinceramente increíble. No entiendo como alumnos como tú pueden entrar aun a esta Academia… tienes muy poco potencial…
— ¡TU! — exclamé al reconocer su voz, ella era la chica que me había vencido hacía algunas horas, esa criatura abominable había reaparecido en la escena del crimen, había regresado para restregarme el orgullo y demostrarme nuevamente que me había derrotado, con el mínimo esfuerzo.
— Si, soy yo… sentí remordimiento de dejarte así y que por tu “estado crítico” cancelarán el resto de la practica, la cual había esperado durante semanas… pero siempre hay chicos tan obstinados y orgullosos que piensan ser mejor que los demás, asi como tu… simplemente no lo soporto y te vencí para que les quede muy en claro que… — ella continuaba hablando, era como una de esas cajitas de sorpresas, por momentos se volvía totalmente sensible, y luego explotaba contra los “orgullosos”, de quienes tanto se quejaba y dentro de los que me clasificaba a mi.
— Ya estoy mejor… tienes mucho poder… si eso es lo que querías escuchar… — le dije levantándome muy cuidadosamente.
— (…) — ella quedó en silencio, y se mantuvo así durante un largo rato. Al cabo que yo me aburrí y me retiré. — ¡Espera! ¿A dónde crees que vas?
— Necesito asistir a mis clases… si ya terminaste tu venganza contra mi…
— No creas que te liberarás tan fácil de mi… te conozco bien… eres ese chico del que todo el mundo habla — comenzó a imitar la manera de hablar de algunos de los instructores — “véanlo, es de el del que deben de aprender” “¡Es casi un profesional!” “¡si mis hijos fueran tan buenos estudiantes como tu!” “Odín será el líder del Consejo Estudiantil”… patrañas… todo ese ego se acabo, Odín… — dijo ella muy emocionada y al mencionar mi nombre casi deletreando, con un tono totalmente frío.
— Eres una persona muy exagerada… nadie habla así de mi…
— Es porque tu “super” personalidad no te deja ver la realidad… no vives en una burbuja, Odín…
— ¡Bueno, creo que ya me criticaste lo suficiente! ¿Qué hay de ti?
— ¿Qué sucede conmigo?
— Hablas de tener un super ego y lo único que has hecho es venir a burlarte de mi derrota, dime… ¿Quién es la vanidosa y orgullosa ahora? — dulce venganza, la había destrozado con esa pregunta.
— (…) tienes razón… soy un monstruo igual a ti… no tengo perdón de mi misma…
— Calma… no te tomes las cosas tan a pecho… dime… acaso ¿ahora no estamos en la misma situación? — le dije yo bajando el tono de mi voz, para escucharme mas tranquilo. Ahora yo tenía el control de la conversación.
— Pues… podría decir que si… en todo caso… te di una lección… — dijo ella.
— Oye… al menos… ¿podría saber cual es el nombre de quien me venció?
— Ya lo has de saber… perdón… olvidaba que tu no hablas con ninguno de tus compañeros… y te comportas estúpidamente como si fueras el único… me llamo Rhema´z… — en el instante en que me tomó la mano sentí como el tiempo se congelaba, y el curso de todo lo demás dejó de fluir, de pronto todo comenzó a tener un nuevo significado.
— …Rhe… Rhema’z… — me quedé en blanco.
— ¿Por qué haces cara de tonto? — dijo ella empujándome la cabeza con un dedo. Yo continuaba perplejo. — ¿Oye? ¿estas allí?
— ¡TU! Como te presentas así… ¿por qué de repente te vuelves tan fresca?
— ¿qué? Agradece que por lo menos, me he tomado la delicadeza de venir a ver como estabas, me entristeció que no te hubieran venido a auxiliar… ¡ajá! ¿Ves ahora la consecuencia de no tener amigos? — aunque Rhema’z tenía toda la razón; me habían dejado en aquel campo abandonado, sin auxilio ni ayuda. Dolía.
— Me cuesta creer que pienses de esa forma… pareciera que me conoces mucho….
— …bueno… te he estado observando un buen tiempo…
— ¿me observabas? — no sabía en realidad en que pensar, o que decir.
— ¿quieres que te ayude a levantarte? — preguntó ella.
— Tu eres…

¬ (separador)
Caminaba hacia el aula en donde recibiría mi primera clase sobre Mondú, la verdad iba muy tarde, pues apenas llevaba unos días en la Academia. Mis primeros días en ese lugar no eran de lo mas agradables, pues luego de lo del incidente y con que era un alumno ciego. La gente murmuraba al verme pasar, cosas como “…míralo, el sobrevivió…” o “…mi padre dice que es un criminal…”
Los pocos días desde mi llegada me habían parecido muy duros, pues después de haberme, prácticamente, arrastrado para llegar hasta ese lugar. La gente me trataba de cierta forma especial, y yo realmente odiaba eso en aquel momento, pensaba que lo hacían por lastima. A menos hasta que conocí a esa persona.
— ¿Estas perdido? — dijo ella.
— …s-si… pero ya me estoy acostumbrando a este lugar… no necesito…
— Claro que necesitas ayuda, estas ciego… ¿como te atreves a andar por estos pasillos solo? No te preocupes, ya tengo algunos meses de estar aquí… ¿me dejas llevarte a tu salón? — dijo aquella dulce chica.
— …s-si…
Mientras caminábamos con el tiempo en mi contra y ella tomandome de la mano, me daba jalones para que me apresurará.
— Oye… espera… recuerda que no puedo ver por donde voy…
— Calma… ya casi llegamos…
— ¿Al salón de clases? Porque me parece que ya hubiéramos llegado, desde hace un buen rato…
— No, no te llevo para el aula… ya llegaste tarde… vamos a ver otra cosa, algo que por ser nuevo aquí, tienes que experimentar…
— Me meteré en problemas…
— ¡Listo! Aquí es… dame tu mano… — tomó entonces la mano y la colocó en la pared, podía sentir las diferentes texturas, los planos y las pequeñas elevaciones en la pared.
— ¿Qué es esto? — le pregunté, sintiéndome ansioso.
— Es la pintura mas hermosa que existe, todos la llamamos La Luna… si tocas por aquí, sentirás que esta en cuarto menguante… y por aquí sentiras las figuras de dos personas observando la luna, ahora si continuamos podras llegar a sentir como se dibujo el viento en la pintura, estos son los arboles… — me sentía tan en paz con esa sensación en las manos, sentir las texturas las formas me hacían pensar que podía ver de nuevo.
— Es sensacional…
— Sabia que te gustaría… ahora debo retirarme… se me hace tarde… me encanto venir a “observar” la pintura contigo… ¿como te llamas?
— Me llamo Odín… — le extendí la mano. Ella me dio un calido abrazo.
— Me llamo Rhema’z… — se acerco a mi oído y susurró — no eres el único que esta solo aquí… — el tiempo se detuvo, ella movió todo mi mundo. Pero desde ese momento hasta ahora, no volví a tener noticias de ella.

¬ (separador)
— …tu eres… — me quedé en silencio al recibir su abrazo.
— Si… Odín… soy Rhema’z… la misma que te ayudó a "sentir" la pintura de La Luna ese día… no volví a verte ya que fui transferida a la Academia Real… y quise volver a contigo… luego me encontré con que te habías vuelto el chico mas engreído y buscapleitos de la Academia… no me lo creía… hasta que te derroté… — ella se hecho a reir dulcemente.
— Rhema’z… pensé que no volvería a saber de ti…
— Descuida… esta vez me quedaré a tu lado… — me abrazó.

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