9 ago 2008

Principios

Desde sus origenes el ser humano ha estado en una búsqueda por obtener la perfección; algo en que creer y aferrarse, mejorar su nivel de vida y facilitar sus tareas cotidianas.
Sin embargo, ninguna otra de esas búsquedas son más fuertes que la primera, encontrar la perfección.
Pero en el júbilo por ser seres perfectos se cruzan ambiciones y anhelos individuales, la naturaleza de competencia (propia del hombre); lo lleva a querer diferenciarse de sus semejantes. A creerse mejor que el resto. Aunque los recursos y actos que le ayuden a alcanzar sus metas afectan a los demás.
El hombre lo desea todo, desde lo más efímero hasta lo complejo y superior. Sentirse respetado, querido, venerado, incluso odiado y temido.
Cuando estas ideas fluyen por la mente y corrompen el corazón, muchas cosas pueden pasar.

Existe una gran diferencia entre controlar y dominar. La primera puede definirse como el modo correcto o la mejor práctica de llevar algo a la armonía o de lograr objetivos conforme a normas pre-establecidas.
La segunda, sin embargo, es la forma en que se puede hacer cumplir la voluntad de alguien en contra de la de los demás.
No todo es fácil de obtener, a veces para lograr algo se debe pelear, o simplemente perseverar. Si hablamos de una búsqueda, la trataremos como una constantes lucha por obtener y hacer cumplir nuestras metas, en contra de los obstáculos que se interpongan, en cualquier situación, contra cualquier otra persona. De hecho, podríamos atrevernos a decir que muchas veces, en el anhelo por cumplir algo o a alguien, se puede llegar a sacrificar algo muy preciado, a luchar, incluso nuestra propia existencia.

Si bien las ambiciones y los deseos sean buenos o malos, crean en ellas (las personas) un deseo, un espíritu de superación, que es contínuo y casi indestructible, la convicción.
Mencionar la búsqueda de algo en que creer nos lleva a decir que son las mismas ambiciones, entonces, si la humanidad busca una verdad en lo que se puede llamar un "Dios", lo que se hacer realmente es tratar de encontrar la fuente por la cual se cumplan los deseos. Ambas opciones son relativas y dependen una de otra.

Sin anhelos, no hay búsqueda de la maximización de las facultades y capacidades humanas, es decir, no hay perfección, ni "Dios".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tadaima Xtanley!

Soy yo JoseRoxs!!

Que bueno que posteaste eso!! Trankis que ya lo postie por alla, Como vos dijiste!!

Haras una gran falta D;

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Respecto a la historia!!

Excelente!!

Ci ia!! D;